EL PODER DE LOS ABRAZOS
Abrazar es una maravillosa formar de dar amor a los que nos rodean.
Estudios científicos prueban que los abrazos además de ser una forma de
contención emocional y una expresión de afecto, tienen grandes
beneficios para la salud:
Son importantes durante la vejez, favorecen el desarrollo de las
neuronas, fortalecen las defensas, ayudan a liberar miedos, calman el
dolor, favorecen la mayor oxigenación de la sangre, reducen el estrés,
disminuyen la presión arterial.
¿Por qué no damos tantos abrazos cómo debiéramos?¿Por qué preferimos los fríos besos en las mejillas?
Si te preguntas qué relación existe entre tener un hogar cálido con los
abrazos, pues es sencillo: nadie podrá abrazar a otro, aunque pertenezca
a la misma familia, si primero no se siente libre de hacerlo. Es
contradictorio que en medio de un ambiente poco afectivo intentes
demostrar afecto, se malinterpretará el sentido de tus acciones. Así
que, recuerda preparar a tu familia poco a poco para que puedan ser más
afectuosos.
Aquí que traemos información acerca de estudios científicos que prueban la importancia del abrazo
Ayudan a sentirnos bien:
Disminuyen la presión arterial
Según un estudio de la Universidad de Columbia, cuando alguien recibe un
abrazo, disminuye la presión arterial, ya que son activados los
corpúsculos de Pacini (unas terminaciones nerviosas localizadas en la
piel) que mandan señales al nervio vago (área cerebral encargada de
regular el ritmo cardíaco y la presión arterial).
Reduce el estrés
Los abrazos son una efectiva terapia natural para disminuir el estrés.
Al abrazar a alguien, se reduce en el cerebro la producción de la
hormona del estrés (cortisol), se libera tensión y se mandan señales de
tranquilidad. Además de acuerdo con un estudio del Centro para la
Investigación Cerebral de la Universidad Médica de Viena, Austria,
incrementan la producción de oxitocina y sensación de bienestar.
Aliados del corazón
Los abrazos también favorecen la mayor oxigenación de la sangre lo que
hace que la actividad del corazón sea normal. Según una investigación de
la Universidad de Carolina del Norte, las personas que no reciben
abrazos desarrollan un ritmo cardiaco de 10 latidos por minuto en
comparación con los que sí cuyo ritmo es de hasta 5 latidos por minuto.
Calman el dolor
Una investigación del Dr. David Spiegel de la Universidad de Stanford
California, Estados Unidos, encontró que los abrazos mejoraban la
calidad de vida y reducían el dolor en mujeres con cáncer de mama
metastásico. Además de hallar que el dolor se reducían en un 50%,
encontraron que las pacientes vivían el doble.
Ayudan a liberar miedos
Según Sander Koole, encargada de un estudio de la Universidad VU de
Amsterdam: incluso fugaces y aparentemente triviales formas de contacto
interpersonal pueden ayudar a las personas a lidiar con miedos
existenciales
Fortalece las defensas
Al abrazar a alguien, el cerebro libera mayor cantidad de oxitocina, lo
que disminuye el riesgo de sufrir infecciones o enfermedades y estimula
la producción de anticuerpos que combaten los virus y las bacterias.
Según la Dra. Dolores Krieger, profesora de enfermería en la Universidad
de Nueva York, especialista en las terapias de contacto, al abrazar se
fortalecen las defensas estimulando el nivel de hemoglobina que
transporta oxígeno a los tejidos.
Favorece el desarrollo de las neuronas
La carencia de afecto, lo cual incluye los abrazos, durante los
primeros años de vida pueden llevas a la muerte de las neuronas, según
científicos de la Universidad de Duke, en Estados Unidos. Para éstos, el
contacto físico es fundamental para el desarrollo de las neuronas y el
cerebro de un bebé que no es abrazado es cerca de un 20% más chico.
Importantes durante la vejez
Kathleen Keating asegura en su libro La terapia del abrazo, que el contacto físico es cada vez más importante conforme la gente envejece: El contacto físico no es solo algo agradable, sino también necesario para nuestro bienestar psicológico, emocional y corporal, y acrecienta la alegría y la salud. El abrazo es una forma muy especial de tocar, que hace que uno se acepte mejor a sí mismo y se sienta mejor aceptado por los demás
Kathleen Keating asegura en su libro La terapia del abrazo, que el contacto físico es cada vez más importante conforme la gente envejece: El contacto físico no es solo algo agradable, sino también necesario para nuestro bienestar psicológico, emocional y corporal, y acrecienta la alegría y la salud. El abrazo es una forma muy especial de tocar, que hace que uno se acepte mejor a sí mismo y se sienta mejor aceptado por los demás
Disminuye las probabilidades de infidelidad
El ser abrazado nos estimula a sentirnos parte de quienes nos
abrazan. Si realmente supiéramos los beneficios que entraña abrazar a
otras personas seguro que nuestra visión cambiaría. ¿Por qué no más
abrazos? El contacto físico no es sólo agradable, es necesario para
nuestro bienestar psicológico, emocional y corporal; acrecienta la
alegría y la salud del individuo y de la sociedad.
Según un estudio realizado en la Universidad de Carolina del Norte, las
parejas que duermen abrazadas son menos propensas a ser infieles. La
razón, es que durante el abrazo se libera oxitocina, hormona que
favorece la sensación de bienestar. Por ello, la pareja siente que todo
va bien y no la necesidad de buscar algo más fuera.
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